Los precios de los fertilizantes en niveles récord y el aumento de las grandes superficies agrícolas están impulsando el negocio de las esparcidoras de precisión de Rauch Landmaschinenfabrik GmbH. Los actuadores lineales eléctricos son unos de los componentes más importantes para garantizar que cada fertilizante se distribuya de forma óptima según la velocidad de desplazamiento, las condiciones del suelo y la geometría del campo.

Se utilizan actuadores desarrollados por Rauch junto con el especialista ROEMHELD.

"Una de las razones de la posición de liderazgo de la industria alemana de maquinaria agrícola en todo el mundo es la reunificación", explica Jens Hille, Director de marketing de Rauch Landmaschinenfabrik GmbH, con sede en Sinzheim (Baden). Como las máquinas de los fabricantes alemanes no siempre eran adecuadas para las grandes superficies de las explotaciones agrícolas de Alemania Oriental, los proveedores ampliaron rápidamente su gama con máquinas de tamaño adecuado.

Esto sentó la base del éxito actual en Europa del Este, dice el jefe de marketing, cuya empresa está nadando en una ola de éxito. Hille explica:  "Actualmente, se nos abren constantemente nuevos mercados de exportación."La razón: Los fondos de inversión internacionales de Europa, Japón y Norteamérica, pero también de China e India, están comprando grandes superficies agrícolas, sobre todo en África y Sudamérica, y están equipando sus explotaciones con las mejores y más modernas máquinas. El empleador de Hille se beneficia de ello y el director de marketing se alegra de ello: "Los dosificadores de Rauch tienen éxito en todo el mundo."

La tendencia a que la maquinaria agrícola sea cada vez más grande y rápida es uno de los factores que impulsan la innovación en el sector. Sin embargo, la razón más importante del crecimiento, según Hille, es el elevado precio de los fertilizantes: No sólo han aumentado enormemente los precios de las materias primas de la potasa y el fósforo, sino que también han subido mucho los costes energéticos de la producción. Por eso, invertir en un esparcidor de fertilizantes eficaz merece la pena hoy en día.

El tamaño y, por tanto, también el precio unitario de las máquinas demandadas está aumentando. En total, Rauch vendió unas 15.000 máquinas en 2012; los 360 empleados lograron una facturación de 70 millones de euros, más que nunca. La actividad principal se concentra en Europa y Asia: un total de 39 países en todo el mundo, y las exportaciones representan alrededor del setenta por ciento.
Para grandes superficies de cultivo, Rauch ofrece el actual buque insignia "AGT 6036" con una carga útil de 6,2 toneladas y una anchura de trabajo de 36 metros a un precio de catálogo de unos 135.000 euros. "Con el modelo actual, todavía no hemos llegado al final de la línea en términos de tamaño", predice el jefe de marketing.

"La eficacia de nuestras máquinas se basa en su durabilidad y alta precisión", explica Hille. Los actuadores eléctricos, que ahora se utilizan en cerca del setenta por ciento de los esparcidores de fertilizantes de dos discos del superventas "Axis" y en las esparcidoras de servicio de invierno AXEO, cumplen con estos estándares de calidad en un grado especial. Pues, según el director de marketing, "nuestras máquinas de alta tecnología están equipadas con actuadores eléctricos de alta calidad de ROEMHELD."

Mientras que las máquinas de Rauch solían basarse principalmente en la mecánica y la hidráulica, hoy la proporción de componentes electrónicos es del cuarenta por ciento. Por ello, la mitad de los 36 empleados del departamento de investigación y desarrollo son desarrolladores de software e ingenieros electrónicos. En 1984, la empresa fue la primera del mundo en utilizar la electrónica en la maquinaria agrícola con su terminal de mando "Quantron". Desde hace 29 años, además de los hidráulicos, se utilizan actuadores electrónicos. Los premios concedidos regularmente en ferias internacionales como Agritechnica, Sima, Eima y Agribex demuestran el reconocimiento que se han ganado los sistemas de dosificación y control de Rauch.

Mientras que en el pasado un actuador hidráulico sólo tenía la función de abrir y cerrar una corredera de dosificación, los requisitos han cambiado mucho entretanto. Se requieren mandos de alta precisión que adapten la dosificación a la velocidad de desplazamiento y a la anchura de trabajo y que regulen automáticamente el caudal para ello. La precisión y la rapidez de reacción son necesarias, subraya Hille: "Los sistemas AutoFlow de Rauch, que utilizan la tecnología de pesaje y el control y la regulación electrónica del flujo másico EMC, miden constantemente la cantidad de fertilizante que fluye a través de sensores. Esta es la fuente de información que en última instancia determina la posición objetiva del actuador una vez por segundo. El sistema de medición de la carrera directamente acoplado en el actuador garantiza que el flujo de masa de fertilizante sea siempre óptimo."

El objetivo de la calidad de los productos Rauch es la consistencia en un nivel alto. Por ello, la empresa familiar, fundada en 1921, mantiene una de las tres salas de pruebas en el recinto de Baden-Airpark, donde prueba el comportamiento de unos 3.000 tipos de fertilizantes diferentes. Ya que el comportamiento del fertilizante difiere según el material, el tamaño y la geometría del grano.

Las asociaciones de sistemas a largo plazo, como la establecida con ROEMHELD, son importantes para la calidad; otros factores son la elevada integración vertical del ochenta por ciento y las exhaustivas inspecciones de entrada de mercancías. Estos no son necesarios para los actuadores lineales eléctricos que vienen de Laubach, revela Hille: "Con ROEMHELD podemos confiar en el control de la producción y la calidad al 100 %."